Autoclub Guatemala | Guía para elegir escuela de manejo adecuada
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Guía para elegir escuela de manejo adecuada

Guía para elegir escuela de manejo adecuada

Manejar bien en carretera y ciudad es indispensable, no solo para prevenir accidentes, sino como una forma de vida ya que pasamos muchas horas ya sea en autos de cuatro ruedas o en motocicletas. Escoger una escuela de manejo adecuada es primordial.

Para ello, ¿qué le debe pedir a su escuela de manejo?

Una formación de calidad que le permita adquirir los conocimientos necesarios para enfrentarte a los retos de la circulación con seguridad. El principal objetivo de la formación debe ser preparar buenos conductores. De modo que los aspirantes al permiso de conducción, una vez superado el examen, circulen de forma segura, eficiente y responsable.

Para ello es necesaria una formación integral, tanto teórica como práctica, que englobe, al menos:

Concienciación y seguridad vial.

Autoevaluación de aptitudes y comportamientos.

Conocimiento de las normas y señales de circulación.

Manejo del vehículo.

Circulación por vías abiertas al tráfico general

Antes de la formación

La escuela debe facilitar, a través de la página web, en formato papel o presencialmente, la siguiente información:

Horarios.

Tarifas y lo que incluyen.

Programa de enseñanza: conocer en qué va a consistir la formación que se va a recibir.

Contrato de enseñanza: conocimiento de derechos y obligaciones que se asumen por el alumno y por la escuela. Conócelo de antemano para poder leer detenidamente todas las cláusulas, así como exigir una copia del mismo una vez firmado.

Asesoramiento sobre el tipo de vehículo necesario para conducir con cada clase de permiso.

Formación teórica

Una correcta formación teórica repercutirá en la formación práctica y, por lo tanto, en una conducción más segura. Es importante asistir a las clases teóricas presenciales u online, donde deberá tratar, al menos, los siguientes contenidos en 20 horas de formación:

La importancia de la seguridad vial y la concienciación.

Documentación.

Normas de circulación y alumbrado.

Señalización.

Velocidad.

Conducción preventiva y eficiente.

Maniobras.

Mecánica y mantenimiento del vehículo.

Seguridad activa y pasiva.

Comportamiento en caso de accidente.

Los horarios de las clases teóricas tienen que estar expuestos en lugar visible, y en ese horario ha de estar disponible un profesor que las imparta, haya alumnos o no. Debe tener a su disposición un calendario con las clases teóricas a las que puedas asistir, junto con el tema que se tratará en dicha clase. Los centros deberán contar con materiales didácticos para el profesor y los alumnos para la impartición de las clases, valorando:

La disposición de materiales propios adaptados al profesor y a los contenidos que se van a explicar.

El uso de nuevas tecnologías, en la medida en que faciliten la formación.

El profesor debe promover la participación activa del alumno en clase, no limitarse a la explicación teórica y seguir su evolución para orientarle. Como alumno debe asistir a estas clases para aprender y plantearse los test como una herramienta de autoevaluación. Por eso, lo adecuado es realizarlos una vez que ha recibido la formación.

Formación práctica

Antes de ir a examen debes comprobar si estás preparado. Confía en el profesor para tomar la decisión.

La autoescuela debe facilitarte la programación de las clases prácticas, es decir, qué contenidos se van a dar durante la formación y con qué objetivo.

Cada alumno tiene su nivel previo y su ritmo de aprendizaje. El profesor debe valorar en cada caso la formación necesaria. Recomendamos una duración mínima de las clases prácticas de 45 minutos. Y que se realicen en todo tipo de vías, para enfrentarse a las diferentes dificultades posibles.

Es necesario que las autoescuelas ofrezcan un profesor bien formado, actualizado y con la empatía necesaria para adaptarse a las necesidades de cada alumno. Es importante que se le pueda asignar otro en caso necesario.

El profesor debe seguir la evolución del alumno y debe orientarle en la formación, haciéndole partícipe de su proceso de aprendizaje. Existen aplicaciones para el seguimiento de la formación de alumnos, con acceso a la información tanto para el profesor como para el alumno.

Después del examen

En caso de suspender, pregunte a su profesor en qué ha fallado y cómo mejorarlo. Es importante que las clases que se impartan para el nuevo examen se orienten, fundamentalmente, a las carencias manifestadas en el mismo.