24 Aug La importancia de conducir por el carril correcto
Mantener una trayectoria predecible al volante, señalizar los cambios de carril con antelación y respetar la prioridad de otros usuarios son buenas –y sencillas– prácticas para evitar sorpresas y hacer la circulación segura, fluida y cómoda.
En progresión normal (sin hacer maniobras), como norma general se debe circular siempre por la derecha, manteniendo una separación adecuada con todos los vehículos que ciculen por la vía. En carreteras, autopistas y autovías las velocidades son más altas y es más seguro circular por el carril derecho y usar el resto para adelantamientos y otras circunstancias del tráfico.
En cambio, en vías urbanas, los conductores tienen libertad para ocupar el carril más conveniente a su destino siempre que haya dos carriles –o más– por sentido y estén delimitados por líneas.
Fundamental, la observación de señales verticales y marcas viales marca la diferencia entre estar o no bien situado para girar, seguir una dirección, buscar un aparcamiento, o cambiar de carril si desaparece el que ocupamos.
Semáforos ‘flechados’
Se encuentra usted ante un semáforo en rojo. Adjunta, parpadea una luz amarilla intermitente con flecha negra. ¿Qué debe hacer: esperar o girar hacia donde indica la flecha?
La clave está en observar la flecha pintada en su carril. Si apunta hacia el giro, usted se encuentra sobre un carril exclusivo para girar y deberá seguir la indicación.
En cambio, si la flecha tiene dos puntas –de frente y derecha, por ejemplo–, usted no está obligado a girar y puede permanecer detenido hasta que la luz principal del semáforo pase a verde.